En las faldas del cerro de Chapultepec se encuentran
vestigios arqueológicos que dan cuenta de la importancia que ha representado
este cerro que en algún momento de su historia fue un volcán (de los más
antiguos de la Cuenca de México), y cuya presencia humana ha hecho que se
mezclen la historia, la leyenda y el mito. Uno de los vestigios es una cueva conocida
como Cincalco, que significa en lengua náhuatl “casa de mazorcas”, y que los
pueblos prehispánicos, como los toltecas y los mexicas, la consideraron un
lugar sagrado.
Respecto a la cueva
de Cincalco, las crónicas mencionan que tras la caída de Tula los toltecas se
dispersaron y salieron con rumbo a la Cuenca de México, allá por al año 1168.
Se dice que el último dirigente tolteca fue Huemac, quien llegó a habitar en Chapultepec.
Huemac se refugió en una cueva a la que nombraron Cincalco, y ahí se suicidó
ahorcándose cuando se percató que sus seguidores lo habían abandonado. Años
después, en su peregrinar, los mexicas conocieron el cerro de Chapultepec al que,
según su cosmovisión, le atribuyeron valores sagrados de gran importancia, incluida
la cueva de Cincalco, la que consideraron como la entrada al inframundo. Es en
esta misma cueva donde, según fray Diego Duran, Moctezuma II también pensó
quitarse la vida, al igual que Huemac, cuando tuvo noticias de la llegada de
los españoles.
Como andariego de
esta ciudad, me hice el propósito de ir visitar la famosa cueva de Cincalco,
pero antes investigué un poco en internet y en toda la información que encontré
refieren que la cueva se encuentra en el Audiorama, un espacio muy apacible que
está en las faldas del cerro, cerca del ahuehuete conocido como “El Sargento”. Una
vez que se ingresa al Audiorama, la cueva está al fondo, a primera vista parecería
una cavidad natural que da la idea de tener gran profundidad, pero si
observamos con mayor detenimiento, nos daremos cuenta que no es natural. Según
los arqueólogos, esa cavidad en el cerro se originó en el siglo XIX al
extraerse material pétreo para la elaboración de la rampa (por la que hoy
subimos al Castillo) que mandó construir el emperador Maximiliano de Habsburgo.
Entonces descartamos que la cueva de Cincalco sea la que está en el Audiorama.
También, he visto
un par de fotografías con la leyenda “Chapultepec las grutas”, en éstas se
observa una cueva a la orilla del lago, pero hay que considerar que tanto el
lago como las grutas, son artificiales y fueron creadas en tiempos de Porfirio
Díaz.
El investigador
Gutierre Tibón menciona en su libro Historia del nombre y de la fundación de
México que él, con la ayuda de la arqueóloga Beatriz Braniff y en compañía
del administrador del bosque, a mediados de 1974, “levantaron una pesada losa
cerca del ahuehuete “Sargento” para bajar a un pequeño subterráneo, cuyas paredes
están empotradas lápidas conmemorativas de trabajos coloniales, relativos a la
captación de manantiales destinados al acueducto”. Dice Tibón que “en este
pequeño subterráneo hay un boquete que permite bajar más” hacia la entrada de
una galería que se interna al cerro a la que ya no pudieron continuar, pero él cree
que se trataba de la cueva de Cincalco. No encontré mayor información, pero creo
entender que el espacio que refiere se encuentra en los antiguos contenedores de
agua que están al pie de la Escalera de la Emperatriz; sin embargo, tal parece
que ahí tampoco está la cueva que vengo buscando.
La arqueóloga Lourdes
López Camacho recientemente publicó su libro Reconstruyendo el pasado de Chapultepec,
donde menciona que la cueva de Cincalco “fue adaptada como acceso para el
elevador en tiempos del presidente Porfirio Díaz”, en cuya adaptación se
perdieron vestigios arqueológicos que hubieran podido sustentar su hipótesis. Actualmente,
la cueva conecta con la chimenea del volcán que en algún tiempo condujo magma
al exterior, y desde el porfiriato a nuestros días, se ha ocupado para el
elevador. Creo que esta es la hipótesis más acertada.
La cueva de
Cincalco es todo un misterio muy interesante. Como guía de Andanzas Culturales,
me gusta llevar a mis andariegos a que juntos exploremos estos espacios y disfrutar
del maravilloso Chapultepec.
Por: Adrián Martínez
Cueva que se encuentra en el Audiorama. Foto: Adrián Martínez
Entrada actual al elevador. Foto: López Camacho
Moctecuhzoma II en Cincalco, Códice Florentino
Las imágenes que ilustran este artículo fueron tomadas de internet, y son utilizadas sin fines de lucro. Créditos a quien corresponda
Lecturas recomendadas:
·
Gutierre
Tibón, Historia del nombre y de la fundación de México, México, Fondo de
Cultura Económica, 1993.
·
Migue
Ángel Fernández, Chapultepec. Historia y presencia. México, Cartón y
Papel de México, 1988.
·
Miguel
León Portilla, Alejandro Rosas, Salvador Rueda, El Castillo de Chapultepec
1250 – 2015. México, CONACULTA, 2015.
·
Mónica
del Villar (cood.), El Bosque de Chapultepec. Sitio sagrado y natural de
México, México, Pro Bosque Chapultepec2020
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